Un patio desocupado, sin nada más que un piso y una alberca en desuso, supone un enorme reto al tener mucho potencial: una gran superficie, zona bien delimitada, comunicación con el interior por medio de un gran ventanal y muchas ganas de hacer algo acogedor e ideal para la familia.
¿El resultado? Un patio con terraza, alberca, zona de asoleamiento, comedor al aire libre, cocina, comedor formal y sala protegidos y con todas las comodidades, ¡hasta una televisión para disfrutar después de un rico chapuzón!
Si quieres conocer este lindo patio, te invitamos a seguir…
La piscina consiste en una sección de circunferencia con el suficiente tamaño para compartir y divertirse. Junto a ella, una zona de asoleamiento luce espléndida sobre un deck de madera clara, combinando con el muro de bloques de piedra color crema del fondo.
La gama de colores viaja entre cremas, beiges y marrones, con detalles blancos. La textura del muro resalta gracias a las luces dirigidas del suelo y se convierte en lienzo sobre el cual esbeltos árboles comienzan a dibujarse.
En esta terraza no se omitió ningún detalle de comodidad, y se incluyó la regadera a un costado de la zona de asoleamiento. Revestida en azulejo blanco y gresites, la pequeña ducha se delimita perfectamente del piso que cubre las áreas de tránsito.
Frente a ella, un comedor al aire libre corona el patio descubierto al centro.
Girando un poquito nos encontramos con parte de la terraza cubierta. Una sala de televisión es la que ocupa esta zona. La sala, de corte rústico, crea una sensación de calidez. El estilo combina en el entorno: madera, colores neutros, confort al máximo.
La decoración del espacio es muy sencilla, con ligeros detalles que no recargan el ambiente sino que le dan apenas unos toques de color con acento rústico y campirano.
Siguiendo con el estilo, el comedor tiene un aspecto de casa de campo, de madera con formas rústicas, oscura, dejando ver sus vetas y cambios de color naturales. Se antoja un rico fin de semana de vacaciones, olvidándose del mundo…
Al otro extremo de la terraza se encuentra una cocina integral ¡completísima! Cuenta con una barra, una serie de alacenas y gabinetes inferiores para guardar todos los ingredientes y utensilios necesarios, dos hornos, una parrilla con extractor de acero, repisas en lo alto y un gran comedor al frente.
Lo más impresionante es que la cocina cuenta con dos refrigeradores, ¡debe tratarse de una gran familia! Y seguro la pasan muy bien. Un amplio comedor, una cocina enorme, una barra para compartir, hornos, parrilla… ¿qué más se puede pedir?
Terminamos nuestro recorrido con una vista de la fachada principal de la casa. Su estilo es moderno y cuenta con detalles audaces: la entrada principal es en el segundo piso, y se accede por medio de una blanca escalera que desplanta en un pequeño jardín frontal. Cada piso cuenta con un balcón para disfrutar del paisaje y del aire fresco. Los colores son cálidos y desde aquí se muestra una atmósfera de calor de hogar ¡indiscutible!
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