La terraza a los pies de El Ávila

Katherine Aguilar Katherine Aguilar
PH Castellana Real, VODO Arquitectos VODO Arquitectos Patios
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Les tengo un proyecto venezolano que guarda una relación directa con nuestro hermoso valle caraqueño. Se trata de la remodelación de  una terraza de un Pent’house con un área de 60m2, ubicado en La Castellana a las faldas del Ávila. La diferenciación de usos a partir de su mobiliario, la mezcla de materiales entre acero y madera son herramientas indispensables utilizadas por el estudio VODO arquitectos en este proyecto. Sin embargo, no todo puede ser perfecto, a pesar de estar a los pies de El Ávila, no tenemos vista hacia éste pero no hay problema, veamos como resuelven este tema nuestros queridos arquitectos.

Manos a la obra

Observemos como era nuestra terraza, bastante sencilla teniendo sólo un espacio al aire libre totalmente descubierto y desprovisto de sombra, pero con una buena conexión visual hacia el interior del apartamento, al fondo a la derecha vemos un antepecho que genera un pequeño rincón que puede ser un buen inicio para empezar a diseñar, sin tener que prescindir de él, ¿No les parece?

Materiales al poder

Del cielo a la tierra, con tan sólo agregar dos materiales al espacio, madera como elemento cálido y acero pintado de blanco como elemento de protección y decorativo, se transforma la imagen del lugar. ¿Qué otra cosa vemos? A ver, pues se mantuvo el antepecho, sirviendo como apoyo para el tope de piedra del bar y recubierto en madera haciendo juego con la pared de fondo.

Flexibilidad del espacio

¡Guala! ¿Quién no quiere ser víctima de una vista así?, no tenemos El Ávila pero tenemos el hermoso valle, que se puede contemplar desde todos los puntos de la terraza. Una estrategia de diseño fue la diferenciación de espacios y de usos a través de techar y no techar, permitiendo la fluidez espacial y la flexibilidad de usos. Encontrando 3 ambientes, terraza descubierta, bar y la kichinette donde nos encontramos descansando en este preciso instante.

Con techo y sin techo

En el área cubierta aunque tenemos un techo apergolado nos sentimos en el exterior, es la famosa relación interior exterior que tanto amamos los arquitectos. Con colores claros y tonos neutros se dispone el mobiliario manteniendo un ambiente tranquilo y minimalista. Otro material a detallar en esta imagen es el vidrio, encontrándolo en el techo, en el alero de la derecho que funciona como aislante de la lluvia en relación a las puertas del mismo material que se encuentran bajo el.

Un techo cinético

Nos aproximamos a la zona de regocijo donde se encuentra el sabor de la carne y del vino cuidándose y protegiéndose por el ícono de la propuesta que es justamente el techo traslúcido, donde a través de una retícula dispuesta este-oeste con diferentes densidades se genera un juego de sombras impresionante, una retícula cinética a admirar. Es una lástima que no tengamos una foto donde veamos este evento en acción pero se las debemos.

Entre reflejos y clorofila baja el cinetismo

Recuerden que hace un momento dijimos que no teníamos vista a El Ávila, nuestro mayor tesoro caraqueño y orgullo natural, por lo que la solución a nuestro problema se resuelve cambiando la disposición y rol de nuestro techo, convirtiéndose en fachada vegetal simulando la majestuosa montaña.

Un detalle para despedirnos es nuestro muro aún no verde, que se minará de vegetación mezclada con reflejos de ciudad gracias al vidrio blanco que tiene de fondo, una hermosa idea materializada de forma exquisita.

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