Lista en 45 días, una casa prefabricada de 65 m² con espacio para todo

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Situada en Ortigosa, esta casa de 65 m2 se ha  convertido en un modelo de construcción sostenible. Sus autores, los profesionales del estudio de arquitectura madrileño Mapout, trabajan constantemente en la reducción del consumo de energía tanto en la construcción como en el uso de la casa, así como en los tiempos de ejecución. Y por ello utilizan elementos y materiales que hacen esto posible. La casa es una construcción prefabricada en madera que usa potentes aislamientos térmicos en fachada y acristalamientos de varias hojas para evitar pérdidas de calor. 

El resultado es una casa con un consumo casi nulo de energía y unas estancias interiores cómodas y con vistas hacia el campo. Rodeando la casa un jardín se encarga de aportar la tranquilidad deseada por los inquilinos. Os invitamos a recorrerla con nosotros y a conocer sus detalles.

Rodeada de jardín

La casa de planta cuadrada flota en una parcela longitudinal, lo que hace que la construcción se vea rodeada por un amplio jardín. En él se han colocado varios tipos de pavimento, uno de madera, que es una extensión del salón-comedor y otro de adoquines que va creciendo de manera casi salvaje y fusionándose con el césped, de manera que define un área abierta a cualquier tipo de uso.

Interiores de madera

La casa distribuye sus estancias en planta baja y un mezzanine o entreplanta que es la que nos muestra la fotografía. Esta zona se ha pensado como un estudio-mirador, una estancia donde poder disfrutar de unas vistas panorámicas hacia el campo en completa tranquilidad. Por eso el único mobiliario que existe es un cómodo sofá en L que está orientado hacia los grandes vanos cuadrados. 

El revestimiento de las paredes está realizado con lamas de madera, el cual se extiende desde el suelo hasta el techo pasando por las paredes, definiendo un plano horizontal y vertical continuo. Un gesto que tiene como objetivo que la casa se entienda como un único volumen de madera.

Espacio compartido

La planta baja consiste en una superficie completamente diáfana donde encuentran cabida la cocina, el comedor y el salón. La primera ocupa todo el lateral mediante una encimera de madera longitudinal y un mueble que alberga cajones y armarios blancos sin tiradores. El comedor consiste en una pequeña mesa redonda que juega con colores que no habíamos visto hasta ahora, como el gris y el amarillo y se encuentra justo delante del acceso al cuarto de baño y al dormitorio. El salón se sitúa frente al acceso a la terraza y se conecta a ella por medio de una amplia cristalera.  

Dos sillones rojos enfrentados entre sí rodean una chimenea que se ha ubicado bajo la escalera y que funcionan también como butacas de un cine que se puede desplegar en el salón.

En construcción

Esta imagen de la obra nos da una buena idea de la configuración general de la casa. El gran hueco en fachada es el que conecta el salón con el jardín y justo encima se encuentra la entreplanta que alberga esa pequeña sala de estar con mirador. 

Planos del proyecto

Os hemos querido enseñar los planos del proyecto para entender un poco mejor la ubicación de las estancias y sobre todo, la organización de su volumen. Como indicábamos al principio, la casa cuenta con una planta cuadrada, pero su cubierta inclinada hace que el uso de la altura sea muy variado. En planta baja hay dos zonas bien separadas: una, compartida por la cocina, el comedor y el salón, y la otra, con su propio techo a dos aguas, se ha concebido como un cuerpo independiente, y aquí se ha albergado el baño y el dormitorio. La sala de estar-mirador se encuentra en la entreplanta aprovechando la altura para ofrecer vistas hacia el campo.

Los detalles importan mucho

Terminamos con la imagen del tipo de fachada usado en la construcción. A estas alturas sabemos que estos arquitectos tienen como objetivos principales minimizar el uso de la energía así como las pérdidas de frío y calor. Por eso la elección de los cerramientos es fundamental, sobre todo de las ventanas. En este caso han optado por el uso de la madera contralaminada con un potente aislamiento térmico como cerramiento. Y las ventanas, que son los puntos débiles de las fachadas, cuentan con un triple acristalamiento que reduce las pérdidas de energía. 

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