La transformación de un piso ¡de antiguo a moderno!

Imanol Fernández Imanol Fernández
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La decoración de un hogar puede convertirse en un asunto que nos de varios quebraderos de cabeza. Si a esto se le añade la llegada de un niño a la familia, el caos está asegurado. Los niños tienen necesidades especiales cuando se trata del interior de un hogar, entre las que se incluyen un aumento de las medidas de seguridad o los espacios para el ocio y la educación. Pero a pesar de todo, decorar un hogar acaba siendo siempre algo agradable y muy gratificante.

Precisamente queremos mostraros en esta ocasión la metamorfosis que ha sufrido un apartamento de lujo en Seúl. El proyecto ha sido llevado a cabo por el  estudio J & Design Yelim y su resultado es muy satisfactorio. Gracias a su nuevo diseño, la vivienda se ve más alegre, con una sensibilidad más sutil y clásica y junto con una atmósfera moderna y cálida. Un nuevo hogar para que disfruten de él tanto los niños como los mayores.

Antes: pasado de moda y aburrido

Aunque su aspecto tampoco fuera tan desastroso como para necesitar una reforma urgentemente, si es cierto que un cambio en la distribución del espacio tampoco está de más. Si bien la finalidad de optimizar el espacio sería la de ganar en funcionalidad. Y así lo hicieron los diseñadores, convirtiendo este espacio sin vida en algo útil y con una presencia elegante. Veamos el resultado…

Después: el salón

Tras la remodelación, la sala de estar es más grande y su estilo minimalista. En primer lugar se han retirado todas las piezas que le daban al salón ese aspecto envejecido y oscuro. Las paredes y el techo se han pintado de blanco, ganando así luminosidad y produciendo una sensación de mayor amplitud. A esto también ayuda el cambio de suelo, donde la madera oscura ha sido reemplazada por una más clara. Así mismo, la cocina ha sido separada del resto de las áreas comunes mediante un tabique con un tono claro. ¿Tenéis niños? Recordad que la madera es un material resistente y muy duradero en el que los más pequeños podrán correr durante horas sin dañar el piso.

Después: La cocina

Como hemos visto antes, un tabique separa la sala de la cocina. Esta pared tiene una abertura en el medio que permite la comunicación entre ambas partes. Así, a los padres les resultará más fácil echar un ojo a los niños mientras se cocina.  

La cocina está decorada con un estilo minimalista pero con algunos toques vintage. Influencias de mediados del siglo pasado como el sofá de cuero o los azulejos blancos de estilo metro. Tan solo falta una mesa frente al sofá y la cocina se verá completa.

Después: el baño

Anteriormente el cuarto de baño disponía de una bañera en lugar de la ducha. Teniendo en cuenta el reducido espacio del baño, la bañera ocupaba mucho espacio y puede llegar a hacer que parezca mucho más estrecho. Es por eso que el cambio de la bañera por una ducha era necesario. La ducha está separada del resto mediante una mampara de vidrio transparente, evitando así las salpicaduras de agua por toda la estancia. Los armarios, recubiertos de espejos, cumplen básicamente una función de almacenamiento. Aunque cabe decir que la iluminación colocada bajo los mismos propicia la creación de un ambiente de lujo.

Después: un espacio para los más pequeños

A lo hora de diseñar una habitación para niños es importante cambiar nuestra manera de pensar y ser más creativos. Echar mano de la imaginación ayudará a que los pequeños de la casa acaben amando su espacio. En este caso, la habitación está decorada en un alegre rosa pastel y con una entrada en forma de cubierta a dos aguas. Un elemento que aporta cierta personalidad al dormitorio.

Aquí encontraréis algunas tendencias que vienen pisando fuerte en este 2016 para que la habitación de vuestros hijos también esté a la última moda.

Después: el vestíbulo

Antes de poner fin a nuestra visita, vamos a detenernos en la zona del vestíbulo. Su estilo minimalista recibe una clara influencia asiática. Un espacio donde todo está ordenador y meticulosamente pensado. El suelo, brillante y con pequeños rombos negros, le dan un toque fino y estiliza la estancia. Así que, como hemos podido ver, el hecho de tener hijos pequeños no tiene porqué significar renunciar a la elegancia y la calidez. Sino al contrario, ambas cosas son compatibles.

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