¡Feliz cumpleaños, Renzo Piano!

Marisa Alcore Marisa Alcore
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Celebramos el cumpleaños esta semana del arquitecto estrella italiano, Renzo Piano, que cumple 77 años este domingo. Sus reconocimientos y premios son numerosos, hasta cuenta en su poder con un premio Pritzker, considerado el premio Nobel de la arquitectura, que obtuvo en el año 1998. Hoy en homify hemos querido hacerle homenaje a él y a su gran legado de obras y proyectos con este libro de ideas.

Para esto, hemos preparado una retrospectiva de su obra, que abarca casi medio siglo, a través de los proyectos más emblemáticos que han marcado su carrera profesional. Hecho difícil debido a la amplia lista y que cada uno es igual de emocionante que el anterior. Sin embargo, de mejor o peor manera, pudimos decidirnos por siete obras excepcionales que marcan el paisaje urbano de siete ciudades europeas, con la excepción de una japonesa, intentando hacer una analogía con las siete maravillas del mundo. A través de ellos, pretendemos mostrar la sensibilidad de su trabajo, su gran talento, su lenguaje único y su pasión por los avances tecnológicos responsables con el medio ambiente. ¿Preparado para soplar las velas? ¡Feliz cumpleaños, Renzo Piano!

(Fotografía : Forgemind Archimedia)

Centro Georges-Pompidou (1971-1977, París)

Cada arquitecto tiene una obra emblemática que destaca sobre las demás y marca su carrera profesional posterior. En el caso de Renzo Piano, esta obra es sin duda el centro nacional de arte Georges-Pompidou, proyecto que realizó conjuntamente con otro arquitecto de renombre, el inglés Richard Rogers. El proyecto fue resultado de un concurso internacional de arquitectura que buscaba crear un escaparate contemporáneo francés e internacional y dotar a la ciudad de París de un icono emblemático de mediados del siglo XX.

La propuesta planteada por esta pareja de arquitectos logró destacar entre las otras  680 y ganaron el veredicto del jurado, presidido por el arquitecto francés Jean Prouvé. El proyecto se caracterizó por su imagen atrevida y vanguardista. Inspirado en las ideas constructivistas y los avances tecnológicos de la época, el edificio se resuelve el edificio de una manera jamás vista anteriormente: dejando vistas las instalaciones que acondicionan el espacio interior. De esta manera, el edificio se asemeja a una maquina bien diseñada, futurista y en contraste con el carácter histórico del barrio en el que se ubica. 

Por último, mencionar que una gran plaza urbana permite tomar perspectiva y apreciar la gran fachada mecanizada en la que una escalera mecánica recorre a tramos su diagonal, conduciendo a los diferentes espacios expositivos. 

(Fotografía: Tamás Mészáros)

Potsdamer Platz (1989-200, Berlin)

A principios de los noventa, en el momento de la reunificación, la ciudad Berlín decidió llevar a cabo un proyecto de gran envergadura: la reconstrucción de la famosa Potsdamer Platz. Debido a los múltiples bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, esta plaza ubicada en el corazón de la ciudad había quedado como tierra de nadie, mientras que años antes lujosos hoteles y una estación tenían lugar en este espacio. El colosal planeamiento se le encargó a Renzo Piano, ya famoso por varios proyectos que había realizado tras el concurso Georges Pompidou. 

En colaboración con el arquitecto alemán Helmut Jahn, Piano establece en esta zona hostil un complejo que albergue varias torres de oficinas, una estación nueva, grandes avenidas para el tráfico, así como el Sony Center, un equipamiento destinado al uso comercial y entretenimiento. El arquitecto italiano también diseñó la torre Debis: un impresionante proyecto en altura que combina cálidos cerramientos de terracota natural con fríos cerramientos de vidrio y acero inoxidable. Además del curioso contraste, la apariencia tecnológica de la fachada esconde innovaciones en los sistemas de ventilación y climatización del edificio. De hecho, los diferentes materiales que dan forma a las diferentes fachadas doblemente ventiladas aprovechan el sol para calentar o enfriar el edificio, según convenga. 

(Fotografía: Martin Winz)

Centro NEMO (1992-1997, Amsterdam)

Es este un proyecto sensible y generoso que Renzo Piano ofreció a los habitantes de la ciudad de Amsterdam a mediados de los años noventa. NEMO es un museo de ciencia que se emplaza en el centro histórico, junto a la estación central y uno de los amplios canales que recorren la ciudad. Gracias al diseño de Piano, este edificio ubicado sobre los cimientos del túnel IJ es más que un simple museo. Su fachada principal revestida con paneles de cobre envejecidos y su particular perfil actúan como un fuerte símbolo en el espacio urbano, simulando la presencia de un banco fantasma en esta capital de carácter marítimo. Hecho que se refuerza por su nombre, NEMO, héroe de la famosa novela Veinte mil leguas de viaje submarino. Además, su cubierta inclinada es accesible, creando una plaza pública descubierta, que alberga un restaurante en verano y ofrece a sus visitantes unas vistas inigualables sobre la ciudad. 

(Fotografía: D.M. Langereis)

Maison Hermès (1998-2006, Tokyo)

En 1998, la empresa francesa dedicada a la moda Hermès decidió establecer su sede en Japón, en el distrito de Ginza: una zona comercial muy conocida por su ambiente colorido y luminoso, gracias a las más de mil luces de neón, y por acoger a numerosos proyectos arquitectónicos de renombre. El proyecto de Piano consta de una tienda, un centro de exposiciones, un espacio para oficinas y un acceso a la línea de metro justo debajo. El entorno condicionó en gran medida este proyecto. La alta densidad del barrio llevó a que el proyecto se desarrollase con la forma de un prisma compacto de 10 metros de ancho, 56 de largo y 10 alturas.  El gran dinamismo de las calles circundantes influyó en el tratamiento de la fachada: bloques de vidrio estructural que proyectan una luz cálida y dorada, como una caja vestida en oro que pone en valor el lujo de la firma. Estos muros translúcidos recuerdan, además, la delicadeza de los paramentos de papel de arroz de la arquitectura tradicional japonesa. 

(Fotografía: japanese_craft_construction)

Centro comercial Peek & Cloppenburg (1996-2005, Colonia)

Este centro comercial ubicado en el corazón de la ciudad alemana de Colonia incluye varios de los elementos que han ido creado la reputación de Renzo Piano a lo largo de toda su carrera profesional. Vidrio, metal y madera dan forma a la fachada y a la estructura vista de este proyecto de imagen tecnológica, tan representativa de sus obras, en contraposición a la ligereza y evanescencia de su volumen, a pesar de sus grandes dimensiones. Una cáscara de cristal cubre el interior, una cáscara de forma orgánica, elemento representativo de algunas de sus obras. En efecto, si nos fijamos en más obras del arquitecto italiano, podemos apreciar su sensibilidad por la naturaleza, que no solo inspira las formas sino también el funcionamiento y la vida de muchas de sus construcciones, en términos de ventilación o materialidad. Sin embargo, Piano nunca deja de lado el contexto o usuarios a la hora de proyectar. En este caso en concreto, gracias a la superficie acristalada el edificio puede conectar con su entorno, mientras que su forma suave y fluida invita a los transeúntes a entrar y recorrer el interior. 

(Fotografía: Seier+Seier)

Museo de arte contemporáneo Astrup-Fearnley (2006-2012, Oslo)

Este edificio de reciente construcción forma parte de la reurbanización de la zona Aker Brygge, al sureste de Oslo. Esta península antiguamente ocupada por una astillero naval se ha transformado recientemente en una espacio destinado al entretenimiento urbano y vivienda, aprovechando las magníficas vistas sobre los fiordos que rodean la ciudad. La arquitectura de Renzo Piano profundiza en este uso mixto, ofreciendo además un museo de arte, que también alberga un espacio para oficinas, un parque de esculturas públicas, una playa urbana y un paseo marítimo. La forma del edificio es cuanto menos única: tres edificios lineales de tamaños diferentes revestidos de manera tratada para la intemperie y con una gran cubierta de vidrio curvada. Los diversos materiales que se combinan, el vidrio, el acero y la macera, son característicos de la obra de Piano, pero con una clara influencia escandinava que permite que el edificio encaje perfectamente en su contexto. Finalmente, la construcción de estos edificios permiten que la luz natural penetre en los espacios expositivos interiores, evitando al mismo tiempo el efecto invernadero. Creemos que con esta obra, Renzo alcanzó la cima de su trayectoria, dominando inteligentemente estética, técnica y simbología. 

(Fotografía: Wojtek Gurak)

The Shard (2000-2012, Londres)

Concluimos este impresionante recorrido por las obras del arquitecto italiano con uno de sus últimos proyectos en el centro de Londres. The Shard, también conocido con el nombre de la London Bridge Tower, ha transformado el skyline de toda la ciudad. Este rascacielos apunta al cielo con un resplandor de vidrio efervescente. Su vertiginosa altura supera los 309 metros, hecho que le convierte en el edificio más alto de la Unión Europea. Y, sin embargo, Piano logró evocar en este edificio la sensación de ligereza y delicadeza con los cerramientos de vidrio desplazados y la angulosa forma. Este hecho permite además la ventilación natural del edificio. Y la diversidad interior del proyecto permite la disposición de espacios públicos (restaurantes, hotel, salón panorámico) y espacios de uso privado (oficinas y viviendas). ¡Una verdadera obra de arte!

Con esta imagen finalizamos el pequeño recorrido que hemos elaborado para el homenaje de uno de los arquitectos más importantes del siglo XX. Con este libro de ideas le deseamos feliz cumpleaños. Pocos profesionales han logrado un control tan preciso de sus proyectos, cuidando tanto los aspectos técnicos como las cuestiones estéticas y obteniendo resultados que destacan por su orgullo y honestidad. 

Ahora una vez más: ¡Feliz cumpleaños Don Renzo Piano! 

(Fotografía: Bjmullan)

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