Cocina y salón en el mismo espacio—6 diseños fabulosos

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
SC8.CASA, BONBA studio BONBA studio Modern houses
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El simple gesto de girar la llave y entrar en casa nos adentra en un universo único en el que, quien más y quien menos, se siente libre. Pero la libertad va más allá del mero hecho de encontrarnos en el hogar y, en no pocas ocasiones, tiene que ver y mucho, con la distribución que hagamos del espacio. El concepto open space se ha convertido en uno de los más demandados en los proyectos de decoración y arquitectura de interiores y, en nuestros días, resulta habitual encontrar espacios compartidos, habitaciones que protagonizan un único espacio abierto en el que las diferentes áreas quedan delimitadas con soluciones originales y creativas.

La imaginación irrumpe con fuerza en la tarea de diferenciar espacios compartidos. Una isla de cocina,  alfombras, muebles, accesorios… Cualquier elemento que podamos imaginar asume el papel de las tradicionales paredes marcando la frontera entre un dormitorio y el baño, el comedor y la oficina, la cocina y el salón… Los límites se difuminan hasta el punto de hacerse apenas perceptibles pero con la suficiente entidad para cumplir a la perfección con su papel.

Porque en homify sabemos que la creatividad puede darle a tu hogar un toque de personalidad, en este libro de ideas te presentamos seis propuestas con las que separar a cocina y el salón sin tener que emplear paredes. ¿Preparado?

Separar con el sofá

Otro de los muebles que puedes emplear para la diferenciación del espacio compartido entre la cocina y el salón es un sofá. Se trata de un elemento imprescindible, el rey por excelencia de este tipo de estancias, de modo que su ubicación como frontera entre las dos áreas resultará de lo más propio.

La elección del sofá como elemento separador te permitirá multitud de combinaciones. Para optar por un diseño más clásico, puede combinarlo con el resto de elementos que formen parte del mobiliario del salón pero, si por el contrario, eres de los que se atreve con nuevas experiencias, combinarlo con los muebles de la cocina o el color de los azulejos le dará a tu sala un toque divertido y lleno de personalidad.

Islas de cocina

Una de las grandes aportaciones de los últimos años al diseño de interiores han sido las islas de cocina. Estos elementos, concebidos inicialmente como espacios de trabajo anexos al espacio principal, han evolucionado hasta convertirse en piezas con personalidad propia capaces de tener no solo una función práctica en el plano culinario, sino también en el del diseño. 

La incorporación de una isla a tu cocina te permitirá ganar espacio para poner a prueba tu talento ante los fogones pero, además, puede servirte para diferenciar el espacio dedicado a la cocina y el salón; una frontera casi natural que dará a tus momentos de chef un nuevo sentido permitiendo que puedas disfrutar de tus invitados mientras toman algo en el salón y tú cocinas, o que sean ellos quienes se conviertan en espectadores de tu proceso gastronómico creativo.

La mesa de comedor

Tan efectivo como una isla de cocina aunque, en esta ocasión, en el área o zona de salón, resulta una mesa de comedor para diferenciar estos espacios compartidos. Si las dimensiones de tu cocina no te permiten incorporar las tan demandadas islas o penínsulas pero tampoco quieres recurrir a un tabique, emplear la mesa del comedor como separación es una buena opción.

Además de dividir el espacio de una manera natural, emplear la mesa de comedor no restará metros a tus estancias y te permitirá una distribución óptima del espacio en ambas zonas sin  tener que renunciar al diseño.

Diferentes tipos de suelo

¿Solo los muebles son alternativa a las paredes para diferenciar distintos usos de espacios compartidos? La respuesta es sencilla: no. Si no quieres sacrificar tu mobiliario en pro de una división etérea dentro de un mismo lugar siempre existen otros elementos que cumplirán esta función a las mil maravillas.

Una de las opciones disponibles es el empleo de diferentes tipos de suelos. Visualmente conseguirás una ruptura del espacio pero no tendrás que emplear ningún elemento físico para hacerlo. Teniendo en cuenta además que la cocina es un espacio de trabajo (sin restar importancia a su carácter como punto de encuentro para el esparcimiento), puedes aprovechar para elegir suelos más resistentes en esta zona y reservar el carácter acogedor de la madera, por ejemplo, para el espacio del salón como ocurre en este diseño de los arquitectos de interiores de la firma catalana Egue y Seta, una composición que incluye, además, las piezas que comentábamos anteriormente.

Arcos y paredes semi abiertas

Para los amantes de la intimidad existe una solución a medio camino entre el open concept y las paredes tradicionales. Sin renunciar al hecho de disfrutar de espacios compartidos, un sistema práctico y coqueto para dotar de un plus de intimidad a tus estancias, sin hacerlas completamente herméticas, es el empleo de arcos o medios muros. 

Una pared semi abierta que deje a la vista parte de ambas habitaciones puede resultar un recurso muy elegante y original para tu hogar. 

Juega con las alturas

El diseño de interiores se reinventa cada día para sorprender con nuevos y exclusivos recursos. La diferenciación de espacios compartidos no escapa a esta corriente de imaginación que encuentra numerosos recursos para convertir una misma sala en multitud de estancias que se muestran ante nosotros juntas pero no revueltas. Los muebles y el pavimento, como hemos ido señalando, son los recursos más habituales para conseguir estas diferenciaciones pero una opción que también conquista en este ámbito es el empleo de diferentes alturas. 

Sea como fuere, si quieres encontrar más inspiración para separar, no solo la cocina del salón sino cualquier otra estancia de la casa, te recomendamos que leas nuestro libro de ideas:  Cómo separar espacios sin construir paredes.

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