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Hoy os presentamos el resultado de la reforma de una vivienda en Zaragoza. Pero no una vivienda cualquiera. Se trata, más que un hogar, de un lugar de estancias cortas para una familia. Una especie de hotel familiar. Ese lugar al que vas únicamente de vacaciones o fin de semana pero, que al fin y al cabo, lo sientes como tu casa. La vivienda, una construcción de 105 m² situada en un edificio de los años 50, necesitaba una reforma integral. Era un piso muy deteriorado y totalmente compartimentado en pequeñas estancias. Con el objetivo de conseguir una vivienda amplia, flexible y que se adaptara a las exigencias del proyecto el equipo de R-Decora decidió demoler toda la tabiquería y diseñar una nueva distribución de los espacios, trabajar con la luz indirecta, con el mobiliario y las texturas.
Un maravilloso reto que queremos compartir con vosotros.
Uno de los objetivos que se marcó el estudio era conseguir que toda la vivienda radiara elegancia y armonía. En el salón, lugar de reuniones familiares y noches de invierno, predominan los colores neutros: grises, marrones, blancos; y texturas cálidas y acogedoras. El mobiliario de estilo clásico se adapta a este entorno y cada pieza encaja perfectamente en el puzle. Es muy importante el uso que se le da a la luz, tratada como una herramienta más de proyecto. Gracias a la situación de las lámparas de pie y a la luz natural que entra de forma abundante por las ventanas el salón se ha convertido en un lugar con una atmósfera envolvente.
¿No os parece este un estupendo rincón para una tarde de lectura? Es un espacio que mantiene la paleta de colores cálidos y el mismo estilo de toda la casa pero que sin embargo pretende ser algo más sofisticado. Aquí, el sillón en color champán y el dorado de las lámparas de pie y de la decoración de las paredes son los protagonistas.
El dormitorio invita sobre todo a la relajación gracias a los colores claros que invaden todo el espacio: las camas, vestidas de rosa palo; las paredes blancas y el pavimento de madera. La luz entra por una gran ventana con cortinas blancas y voluminosas. Pero la elegancia del salón ha conseguido meterse en el dormitorio. Los tiradores del armario hacen un guiño a los dorados del salón y se revisten también de este tono.
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Un baño familiar y de mucho uso tiene que ser sobre todo práctico. Sanitarios sencillos pero elegantes con líneas rectas, placa de ducha con luz natural y un gran espejo. Los colores siguen la tonalidad predominante de toda la casa y el suelo también es de parqué. Un baño que tuvo que ser íntegramente reformado, no solo la estética y el espacio, sino también todas las instalaciones.
La vivienda al no contar con apenas particiones necesita diferenciar los espacios de alguna forma. Los muebles de madera diseñados a medida para la vivienda son los que van definiendo las distintas zonas de la casa además de servir de almacenaje. Las lámparas son piezas de diseño que distribuyen la luz por todos los rincones.
La antigua cocina era un lugar escondido y aislado al final de la vivienda y fue desde el principio una de las mayores preocupaciones de los arquitectos a la hora de afrontar el proyecto. Después de la reforma esta habitación se ha convertido en un espacio abierto conectado al salón y que mantiene unas líneas claras y elegantes. Los electrodomésticos están casi ocultos e integrados en los muebles y existe un predominio del color negro y el gris. Todo encaja. Incluso la encimera hace juego con el reloj.
