Tenemos 20 diseños de puertas y portones especialmente para ti. Cada uno de estos ejemplos es de un color diferente, pues queremos que no exista la menor duda de que no hay tono prohibido para ser utilizado en la entrada de un hogar.
Desde tonos cálidos como los rojizos hasta algo más frío como el gris, es un hecho que existe una buena cantidad de ejemplos. ¿Los conocemos ya?
Ya sea mediante pintura o gracias a la madera, si tienes la posibilidad de gozar de una entrada en color amarillo paja no la desaproveches. Le dará mucho atractivo a tu puerta principal sin legar al exceso.
Una puerta, cuando quiere ser netamente eficaz en vista y en tamaño, elige ser no muy amplia y tener un tono neutral. Y aquí es donde parece el gris oscuro, combina con todo, no es muy llamativo y sin embargo, luce fenomenal en la entrada.
El guinda es un color con mucha presencia, así que cuando se busca que la entrada principal se vea sí o sí, debe ser considerado en las posibilidades cromáticas.
El color blanco nunca se verá mal en una entrada, sobre todo si ésta permite el acceso a una construcción minimalista o moderna, pues la blancura tiene un lugar especial en este tipo de estilos.
Para los amantes de los tonos pasteles, les sugerimos teñir la entrada de lila. Este color garantizará un toque femenino y arriesgado, pese a que la tonalidad es clara.
Este tono de verde ayuda a que la entrada destaque pero no la hace ser tan deslumbrante. Un gran beneficio porque hay color pero no saturación.
Este tono de café, cuando se acompaña de madera, logra una apariencia que prácticamente a nadie desagrada, todo lo contrario, cautiva miradas por doquier, así que atención con esta fabulosa combinación.
El negro como color para teñir una entrada es el que brinda mayor presencia y sofisticación a un acceso; y eso se lo agradecemos.
Uno de los colores que más resiste las demandas de una acceso principal es el café oscuro: tiene presencia, oculta el polvo, y si se raya un poco, es un color común y fácil de retocar.
Este gris, pese a ser delicado, hace maravillas en una entrada, porque su claridad ayuda, sobre todo a puertas pequeñas, a lucir más amplias.
El marrón natural que muchos tipos de madera poseen, hace que un acceso luzca más familiar y tradicional. Así que si estas dos características te gustan, ya sabes qué hacer.
¿Estás buscando un gris que brille con el sol? Entonces recurre a un gris metalizado, como el que poseen las láminas y deja que tu portón sea la sensación del vecindario.
Un azul casi negro, así es este tono de azul denominado media noche. Este azul es muy eficaz cuando se quiere sofisticación y presencia sin ser tan radical.
Este tono de banco no es tan inmaculado como algunos otros, pero precisamente por eso ha ganado muchos adeptos, pues se ve más adaptable y real.
El color arena en tu entrada hará que la gente mire el portón y queden cautivados, pues no es agresivo.
Este color ha tomado gran popularidad en el estilo industrial, porque en la construcción existen muchos elementos hechos en ese metal.
Otro color muy común en los portones principales es el café claro, porque reduce mucho las manchas de uso y la presencia de polvo (tan común en estas fechas).
Un color más atrevido es el naranja, por muy claro que sea destacada a distancia mucho más que un blanco o negro; pero también derrochará una alegría de impacto.
Este tono de rojo es fabuloso porque da un toque de color a la entrada pero no la hace destacar tanto como si fuera un rojo vivo, es decir, tiene potencia pero no deslumbra.
Cerramos no con un color como tal, sino con un acabado: el satinado. No temas a elegir tu color favorito con un acabado brilloso, lograrás que destaque como se merece y sin que tú inviertas mucho trabajo y esfuerzo.