Almohadones para el sofá: ¿Cómo y cuántos?

IGNACIO MARTÍNEZ ARGÜELLO IGNACIO MARTÍNEZ ARGÜELLO
TETRAD CLASSIC, TETRAD LTD TETRAD LTD Living room
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A la hora de decorar, pocas cosas me alegran tanto como: comprar accesorios y ¡ELEGIR ALMOHADONES!

Estos pocos metros de tela bien elegidos, generalmente aparecen en la etapa final del proyecto para dar coherencia y atar el resto de los elementos (o volverse loco y generar contrastes).

Utilizar almohadones podría ser una ciencia, inclusive existen tendencias a la hora de apilarlos y acomodarlos, como el “golpe de karate”.

Desde los coloridos Missoni o Marimekko, hasta los desaturados de Ikea, pasando por géneros de Dedar o Hermès y finalizando en nuestro proveedor de telas locales. Existen mil formas y precios. En esta nota, ¿cuáles elegir, y porque?

Un porqué

En mi experiencia como diseñador de interiores, existen dos casos muy marcados y distintos que demandan la utilización de almohadones decorativos. En el primer escenario, el lugar nos debe reclamar un diálogo entre los distintos elementos, donde los almohadones, y las mantas que usemos, sean el nexo entre colores, texturas y mobiliario. El segundo caso es un ambiente monocromático donde el toque distinto o factor sorpresa sea dado por los almohadones.

Recordemos, si no tienen relación con el diseño, es mejor que no estén…

El espíritu

Ahora bien, sabemos que los quedemos y los necesitamos para mayor comodidad, pero ¿qué ponemos?

Si no estamos seguros aún, es mejor no colocar nada, pero propongo miremos alrededor. ¿Qué color de pared tenemos? ¿Qué textura tenemos en la misma? El tipo de muebles, ¿qué estilo son? Cuando logremos entender el porqué de lo que tenemos, nos será más fácil elegir que poner y que no. Es que cuando las cosas tienen su espíritu, es más fácil guiarse hacia lo que realmente pertenece al espacio o hacia lo que compramos con culpa, solo porque nos gusta y no tiene sentido alguno.

Nunca nos olvidemos que “decorar es contar una historia”, sea la nuestra o una situación inspiracional.

Balance

Los almohadones actúan como nosotros queremos que lo hagan. Si nuestra intención es un ambiente frío y las paredes son blancas, seguramente iremos por tonos grises o azules. Si somos víctimas de las mismas paredes blancas, pero queremos elevar la temperatura visual, los amarillos y rojos nos darán esa calidez que nos falta.

Pensemos en los almohadones como parches de color (o sensaciones para los más poetas). Mientras más los usemos, mayor será la presencia de la idea en el espacio.

Lo mismo ocurre con las calidades. Imaginemos una casa pobremente decorada. Un almohadón de género lujoso y excelente calidad puede ser un detalle que eleve el espacio, pero un conjunto de estos en el mismo espacio puede verse raro y fuera de contexto.

Este ejemplo nos muestra como un jardín decorado con palets se viste con telas prácticas e idóneas. Si querés ver más ideas con palets, te recomiendo este libro: De tal palet…

Realce

Sigamos mirando. ¿Qué otros elementos fuertes tenemos y queremos destacar? Algunas personas coleccionan cucharas, autos de juguete, objetos de cerámica, cuadros, etc. Si logramos agruparlos veremos algunos colores más presentes que otros. Una buena idea, es tomar esos colores o posibles tramas o texturas y trasladarlos a los almohadones. De esta forma, agrandamos la colección, y cerramos visualmente el espacio.

El uso

Todos somos distintos. También nuestros hogares y costumbres. Algunos viven solos y otros acompañados de chicos pequeños y/o mascotas. Ya que las combinaciones son muchas, dependiendo de donde uno viva y con quién, los consejos virtuales se vuelven poco universales.

Siempre aconsejo a mis clientes probar, probar y probar. Si gusta en ese rincón, y no molesta, entonces ¿porque no dejar ese objeto o mueble por unos días y ver cómo resulta? Con los almohadones pasa lo mismo. Por suerte existen muchos blogs, revistas y páginas de internet con fotos y tips para inspirarnos y darnos coraje.

Tamaños y formas

El tamaño sí importa, y entre los sillones standard, la medida de 35 x 35 o 40 x 40 cm es ideal. Partiendo de esa base, podemos acoplar o superponer acentos de color y textura más grandes o más pequeños.

Aquellos almohadones mayores a los 50 x 50 son casuales y nos invitan a descansar en ellos.

Si el sofá es moderno, pequeño, o con respaldo bajo, entonces 30 x 30 cm es una mejor opción.

Respecto a las formas. Aquellos almohadones rellenos de plumas serán más suaves y costosos, mientras que los de espuma o sintéticos son más rígidos y mantienen mejor la forma.

Grupos de distintas formas puede lograr un efecto interesante. Solo tenemos que considerar que si el sofá o el ambiente no es muy grande, mucha información visual puede cansarnos fácilmente.

Agrupandolos

No existen soluciones mágicas, pero si lineamientos para vestir mejor nuestros sofás.

Si lo que buscamos es algo descontracturado o artístico, se recomienda usar almohadones en números impares (siempre considerando el tamaño de los muebles). Por el contrario, si queremos lograr un ambiente contenido y tradicional, agrupar simétricamente grupos de almohadones pares logrará ese efecto. Lo importante es no abusar del recurso y permitirnos circular y usar el sofá cómodamente.

¿Colores? ¡Si por favor!

Kristjana S Williams, Andy Palmer Garden Wall Mural Dust Walls Wallpaper

El momento temido por tantos no debe ser tan malo. Algunos tips que pueden ayudarnos son:

En caso de tener dos almohadones agrupados y queremos destacarlos, podemos usar uno liso y otro con dibujos en los mismos tonos.  También podemos ir con la misma trama o dibujo pero utilizando dos colores opuestos. Esto funciona muy bien en ambientes elegantes o monocromáticos. Para lugares más descontracturados, podemos jugar con distintos colores o tramas.

Tip importante a tener en cuenta:

- Almohadón liso + almohadón con trama equivale a una combinación fuerte e impactante, especialmente si los colores son opuestos.

- Almohadón con trama + almohadón liso es igual a algo más sutil, ya que la presencia del color en la trama no es tan predominante.

Un recurso más

Para lugares más descontracturados, podemos jugar con distintos colores o tramas. Súper acertada en este caso es la propuesta de los profesionales de Villatte—La Maison. 

En sofás de dimensiones generosas, podemos achicar su peso visual al utilizar almohadones de colores lisos y contrastantes en las esquinas. Para reforzar la idea, podemos usar en el mismo color, pero distinto motivo almohadones accesorios.

Si contamos con sofás y sillones, a la hora de elegir almohadones, debemos considerar todo como un grupo. No hay que temerle a combinar tramas y colores, solo debemos tomar elementos o colores en común (además de los neutros).

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