Una casa de pueblo convertida en vivienda moderna con encanto rural

La casa de Karen, FGMarquitecto FGMarquitecto Rustic style house
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Aunque es difícil explicar por qué, una casa rehabilitada transmite en opinión de muchos, una sensación de hogar mucho más intensa que una vivienda moderna. Las casas centenarias conservan un carácter dual: por un lado son testimonios valiosos de un mundo en el que se vivía y se construía de manera diferente; y por otro son lugares muy aptos para la vida moderna ya que pueden resolver todas las necesidades actuales. 

El lema de Fernando García Molinos, FGM arquitecto, es ’vida nueva para las casas viejas’. Él ha sido el encargado de rehabilitar, con la ayuda de los propietarios, la casa de pueblo que os mostramos hoy. El resultado es una relación perfecta entre el pasado y el presente. 

La fachada antes de la rehabilitación

Después de permanecer deshabitada durante algún tiempo, esta construcción en el Arrabal de Chelva, Valencia, se encontraba en muy malas condiciones. 

Los muros se hallan dañados por la humedad y las vigas de madera están podridas en algunas partes por lo que el arquitecto decidió que se debía reforzar la estructura. 

La fachada rehabilitada

La nueva fachada es un epílogo perfecto para el renovado interior. Tal y como vemos en la fotografía de Ben Lustenhouwer, el blanco ha sido elegido como color principal y con muy buen gusto se ha combinado con el azul alrededor de la puerta de entrada y en los huecos de las ventanas. 

En el segundo piso una de las aberturas ha sido ampliada, detalle que ayudará a aumentar la iluminación natural dentro de la vivienda. 

La cocina antes de la reforma

En esta imagen del estado de la cocina antes de la reforma se aprecia claramente que la vivienda llevaba tiempo deshabitada. Tras el revestimiento de las paredes se ve una estructura sólida y un gran potencial que será pronto muy bien aprovechado.

La nueva cocina

El cambio en la cocina es impresionante. Los muebles de la zona de los fuegos han sido recuperados al igual que las contraventanas y son ellos los que aportan el toque rústico a esta casa de pueblo. Sin olvidar, claro, las amplias vigas de madera que se han dejado vistas o la escalera, a la derecha de la imagen, que ha sido renovada pero mantiene aún toda su esencia original. 

Una salita de lectura

Como os hemos comentado, los propietarios de la vivienda se implicaron por completo en la reforma y aportaron gran parte de la mano de obra convirtiéndose así en participes del resultado. Sobre estas líneas vemos un interior que no quiere prescindir de su historia.El diseño del mobiliario y de los elementos estructurales contrastan con elementos más toscos, responsables del aire rural de la estancia. 

El dormitorio

El dormitorio es una habitación cálida y sencilla sin pretensiones extravagantes. La estructura de la cama se camufla con el pavimento cediendo todo el protagonismo a las vigas de madera y a las carpinterías oscuras que contrastan con el blanco de paredes y techo. 

La buhardilla previa reforma

En este último piso de la vivienda había mucho trabajo por hacer. El deterioro de las paredes es fácilmente perceptible y el estado de la cubierta delata que la reforma a llevar a cabo debe de ser integral para que la vivienda pueda volver a ser habitable. 

Ventajas de las viviendas de pueblo

La buhardilla renovada parece otra, pero mantiene la esencia y el carácter de la construcción antigua. Desde el punto de vista de la eficiencia ecológica, las casas de pueblo han sido construcciones con un mantenimiento muy económico gracias a su sencillez constructiva. Con una buena chimenea son cálidas en invierno y frescas en verano. Seguro que los inquilinos de la vivienda disfrutarán de agradables veladas junto al fuego en esta recién creada zona de estar. 

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