Consigue un hogar más saludable—7 claves

José Manuel Peñalver Romero José Manuel Peñalver Romero
Extensible Kitchen, Ramon Soler Ramon Soler Modern bathroom
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La vivienda es mucho más que un mero cobijo que nos resguarda de las inclemencias climáticas. Si bien ésta es una necesidad básica, la casa debe contemplarse como un espacio personal que potencie el bienestar en un marco integral que cuide de nuestra salud. La vivienda, la casa, el lugar donde vivimos, debería estar diseñado y concebido como un verdadero hogar; un espacio para la vida que propicie al máximo la salud y el bienestar de nuestro organismo, tanto a nivel físico como mental y emocional. Un hogar saludable se define como un espacio de vida que, a modo de límite con el espacio exterior, aporta confort, propicia la relajación, compartir experiencias y vivencias, el descanso y ayuda a realizar la reconexión y la regeneración diaria de nuestro cuerpo y nuestra mente. Sin componentes tóxicos que afecten negativamente a nuestra salud.

Desde homify te proponemos un artículo para que descubras qué elementos de tu hogar pueden estar interfiriendo en tu salud y puedas prescindir de ellos y sustituirlos por otros mucho más ecológicos y saludables.

El control del polvo y la impieza de las alfombras

Las alfombras requieren de un cuidado higiénico regular, al igual que ocurre con cualquier otro elemento de nuestro mobiliario o decoración. En el caso de las alfombras por su peculiaridad textil, por su ubicación en el suelo, por recibir pisadas y caídas de todo tipo de objetos y líquidos, una mínima limpieza pero más frecuente sería lo aconsejable, y más necesario que con cualquier otro elemento de la casa. Allí donde más polvo se acumula es el refugio ideal para los ácaros, causantes de tantas infecciones respiratorias y alergias.

Deshazte de los objetos de plomo

La intoxicación por plomo se conoce desde la antigüedad. Durante el Imperio Romano era muy habitual este tipo de envenenamiento puesto que los utensilios de cocina se fabricaban con este metal. Sin embargo, el auténtico conocimiento de los efectos nocivos para la salud del plomo vino de la mano de Alice Hamilton, una médico que, a principios del siglo XX, descubrió que cuando se ingiere o se inhala este metal, el organismo no es capaz de eliminarlo, sino que se acumula en los huesos y en otros tejidos. Desde 1923 se sabe que el plomo daña del cerebro. En la actualidad, existen evidencias de que la exposición al plomo provoca además esterilidad tanto en hombres como en mujeres; daña los riñones y el tracto gastrointestinal; puede provocar importantes trastornos neurológicos, incluso algunos estudios han demostrado que provoca comportamientos agresivos y puede empujar a los adolescentes intoxicados a la delincuencia. Así que evita los cubiertos de plomo y sustituye las viejas cañerías. Cuanto más alejados del plomo, mejor. Especialmente en la cocina.

Evita el uso de pesticidas

Los pesticidas son a veces altamente venenosos y perjudiciales para la salud humana. Muchos son neurotóxicos y algunos provienen de productos inventados para la guerra bioquímica. De todos modos no olvidemos que la mayoría de los pesticidas actualmente usados se biodegradan con el tiempo y va reduciéndose su concentración en los alimentos, pero algunos necesitan hasta 60 días para bajar a niveles aceptados por las organizaciones de la salud. Evita su uso en tu huerto y jardín y lava adecuadamente las verduras antes de ser consumidas. Por si acaso.

Utiliza productos de limpieza sin agentes tóxicos

Muchos de los productos de limpieza actuales poseen agentes químicos tóxicos y peligrosos para la salud. Lee atentamente las instrucciones de uso, si no te queda más remedio que utilizarlos, emplea mascarillas. Por otro lado, existe una amplia oferta de productos ecológicos de limpieza que no tienen ningún riesgo para la salud. Quizás el uso de estos productos resulte más seguro y cómodo si lo que te preocupa es tu salud y la de los tuyos.

Vigila determinados compuestos químicos

Según datos ofrecidos por Greenpeace y extraídos de numerosos estudios, nuestros hogares contienen entre 70 y 120 sustancias tóxicas responsables de generar todo tipo de enfermedades. La lista es amplia: pegamentos, alimentos procesados, insecticidas, herbicidas, detergentes, lejía, amoniaco, moquetas, alfombras, tapicerías, elementos de PVC, papeles de pared, vinilos, aparatos electrónicos, electrodomésticos, cosméticos, perfumes, fragancias sintéticas, ambientadores.Productos de aseo como gel, champú, dentífrico. Muebles (todos los que contienen barnices y ceras muy tóxicos que se liberan en el aire), bombillas, fluorescentes, focos, papel de aluminio y productos de limpieza como acabamos de ver. A pesar de ello, no hay que caer en el alarmismo. Ten una relación equilibrada con los productos de tu hogar y si te comprometes con una vida saludable infórmate en tiendas especializadas o supermercados ecológicos sobre los productos adecuados para la salud.

Utiliza grifos con filtro

El agua tratada que llega a nuestras casas posee miles de productos químicos, como el cloro o el aluminio, que en determinadas cantidades y por acumulación, no son buenos para la salud. Es aquí donde surge la necesidad de usar un filtro de agua que te permita eliminar estos productos nocivos y revitalizar tu salud con un elemento purificador y depurador como el agua.

Evita la contaminación por ondas y frecuencias

En la era del wireless o tecnología sin cables, lo que ganamos en comodidad y estética por un lado lo perdemos en salud por otro. Cada vez comienzan a surgir nuevos estudios que hablan de las consecuencias negativas para la salud de la exposición prolongada a los sistemas WiFi, microondas y teléfonos móviles. Estamos expuestos a multitud de radiaciones de todo tipo y debemos tomar ciertas precauciones para evitar sus efectos nocivos. Hay instrumentos que neutralizan el efecto de estos dispositivos, sólo tienes que investigar un poco y acudir a tiendas especializadas.

Si te interesa cuidar la salud en tu hogar, no dejes de visitar Mantén tu casa aireada.

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