10 consejos para prevenir accidentes infantiles en la cocina

María Bausán María Bausán
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Cuando somos pequeños, cualquier lugar es mágico, y podemos convertir el más cotidiano de los espacios en un excitante mundo de aventuras. La cocina es, sin duda, un espacio que tiene todo eso que de pequeños nos vuelve locos: sonidos misteriosos que vienen de ollas que pitan sin parar, microondas que dan vueltas, cuchillos que cortan sin descanso, cafeteras, grifos abiertos, rincones secretos en los cajones por explorar, armarios a los que escalar, despensas en las que esconderse…

Pero lo que es divertido para los niños es a veces peligroso para los mayores. La cocina es uno de los lugares donde más accidentes ocurren, por eso en homify hemos elaborado una lista con diez sugerencias para hacer nuestra cocina, ese territorio mágico, un lugar más seguro. 

1. Los cuchillos a buen recaudo

Y no solo los cuchillos, tenedores, abridores de latas, encendedores, sacacorchos son objetos que en manos de los niños pueden ser muy peligrosos. Lo mejor es asegurarnos de no dejarlos a la vista de los pequeños. 

Pero además, aunque los guardemos en los cajones, siempre podemos estar más seguros instalando en todos los armarios bloqueadores o cierres magnéticos, que dejen fuera de combate la arriesgada curiosidad de nuestros hijos.

2. Ojo con la electricidad

Este consejo no es solo para la cocina, sino para toda la casa. La electricidad es peligrosa y es importante enseñar a nuestros hijos a no tocar cables ni enchufes. No obstante, como es mejor prevenir que curar, no está de más usar protectores de enchufes en todas las habitaciones.

3. Lejos de las botellas

Detergentes, alcoholes y otros productos químicos son extremadamente peligrosos para los niños, que disfrutan llevándose todo a la boca. Así que lo mejor es almacenar todos los productos de limpieza en lugares a los que los niños no tengan acceso, bien sea por estar situados demasiado alto para ellos, bien porque utilizamos un armario cerrado con llave. 

En el caso de las botellas de licores, vino o cerveza, el problema no es solo la ingesta de estos productos, además si se rompen las botellas los pequeños pueden cortarse. 

4. Atención al fuego

El horno y los fuegos de la cocina son un peligro potencial para nuestros hijos. Por eso hay que procurar no dejar solos a los niños en la cocina cuando tengamos alguna olla puesta al fuego, o una bandeja en el horno. Además es conveniente cocinar en los fogones traseros y asegurarnos de que los mangos de las ollas y las sartenes no sobresalen de la encimera, puesto que hay riesgo de que los niños se apoyen y acaben quemándose. Para eso también puede ser una buena idea hacerse con una barrera de seguridad para fuegos. 

5. Cuidado con la vajilla

No importa si la vajilla es de tu abuela o la que te regalaron para tu boda. Si uno de los platos se rompe y nuestros hijos andan al acecho, vamos a sentir más que se corten que la rotura de la pieza. Por eso, lo mejor es que vajilla y cristalería se coloquen en lugares de difícil acceso para esos locos bajitos. En los cajones más bajos siempre podemos poner cosas más inofensivas como tuppers, servilletas, papel de cocina o cajas de cartón.

6. Prohibido esquinas puntiagudas

Si queremos que los niños pequeños se muevan libremente por la cocina, lo mejor es asegurarnos de que no hay esquinas ni picos que pueden causarnos un disgusto. Para evitarlo existen numerosas protecciones, cobertores de esquinas, rollos de espuma acolchadas, protectores para vidrios. De esta forma no conseguiremos evitar los pequeños golpes, pero sí reducir las consecuencias del mismo. 

7. Precaución con la nevera

La nevera es también una fuente potencial de peligro para las familias con niños. Su contenido debe ser consumido siempre bajo la supervisión de los mayores, por eso, cuando los niños son pequeños, lo mejor es hacernos con un protector de puertas de frigorífico, que impedirá que nuestros hijos la abran sin que nosotros estemos delante. 

8. Prescinde de las bolsas de plástico

No solo le estarás haciendo un favor a tu hijo, también al medio ambiente. Las bolsas de plástico son un peligro potencial para los niños que, jugando con ellas, pueden asfixiarse. Sustitúyelas por las prácticas bolsas de tela, mucho más ecológicas y bonitas

9. Controla la estabilidad de los muebles

Este consejo vale para toda la casa. Mesas que cojean, muebles que no tienen mucha estabilidad o estanterías mal colocadas pueden ser peligrosas, porque nuestros pequeños exploradores no le tienen miedo a nada, y si se apoyan o intentan trepar por estos muebles pueden acabar enterrados bajo ellos. Asegúrate de que los muebles están bien fijados a la pared y te ahorrarás algún disgusto.

10. Lejos de la basura

Para asegurarse de que los más pequeños en un momento de descuido no se dedican a hurgar en la basura, con lo que ello conlleva, lo mejor es que nos hagamos con cubos de basura con bloqueos de seguridad. La basura, cuanto más aislada, mejor.

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