La abstracción y la geometría ah jugado un papel muy importante en la reconfiguración de la arquitectura por fuera del clasicismo imperante hasta finales del siglo 19 y como otras veces hemos mencionado fue la vivienda un campo de experimentación y de aplicación por parte de las vanguardias y las nuevas propuestas que la modernidad construía durante la primera mitad del siglo 20. La arquitectura tradicional japonesa fue un punto de referencia desde el punto de vista de la composición espacial que determino muchísimos de los cambios que hoy damos como normales en una vivienda, como criterios de flexibilidad, amplitud espacial y otros tantos mas que no le son ajenos a la tradición construida de esta cultura. Ahora bien la aplicación de la abstracción y la geometría nos trae de nuevo a Japón donde el estudio Jo nos da una demostración de la solida base de su tradición les permitió reconvertir su arquitectura y asimilar la modernidad para transformar sus espacios bajo este legado conjunto.
El frente opuesto es el punto de apertura y desmaterialización del prisma y la construcción de los espacios interiores que configuran la vivienda. Una serie de semicubiertos, espacios abiertos interiores (puede verse en el fondo una serie de pequeños patios) y expansiones abiertas le imprimen al interior una flexibilidad de espacios que van del lo cubierto a lo descubierto.
Un vital criterio de austeridad en el lenguaje sustenta toda la obra, y decimos vital porque lejos de parecer materia abstracta, toda esa geometría, esas aristas marcadas y una superficie blanca y pura se traducen en una mirada austera y simple del objeto que encierra el espacio de habitar. Desde la calle solo se aprecia un prisma puro que se muestra inclusive despegándose del espacio y denotando la necesidad de destacarse como un objeto artificial que se separa de la naturaleza.
La tradición y su aporte pueden verse en la configuración de la escala de graduación espacial que caracteriza no solo a la tradición sino también a la modernidad japonesa. Entender esta graduación de espacios abiertos o exteriores a los interiores pasando por el espacio semicubierto es entender las raíces mismas de la arquitectura y la conexión de esta con la naturaleza. Esta graduación espacial, se desmaterializa, se pierde por momentos al borrarse los límites que establecen el mismo.
Otros de los conceptos que la modernidad absorbió de la tradición constructiva Japonesa es la de la integración de los espacios interiores, de entender funciones como únicas y dotar de flexibilidad de apertura o cierre de los mismos para poder modificarse conforme las necesidades domésticas. Todo el espacio (salvo la cocina por cuestiones técnicas lógicamente) es un espacio flexible y permiten configurarlo de varias maneras.
Lo que nosotros denominamos galería o espacio semicubierto es para la cultura japonesa el engawa o espacio intermedio. Y su importancia radica en la posibilidad de conexión y pérdida de los límites en la dialéctica interior y exterior. Posee la misma indefinición de uso que la del espacio interior con lo cual puede en el realizarse las mismas actividades que en el resto de la casa
El patio o el vacío es un espacio que dota a los espacios interiores de conexión con el exterior a través de el ingreso de luz y un segmento visual de cielo a través de el. Lejos de tener una occidental búsqueda funcional, solo se trata de un hueco en el espacio, un vacío que dota de un elemento vital a la espacialidad, la luz.
Si te intereso esta obra, te recomendamos leer el siguiente libro de ideas: Sencillita por fuera supermoderna por dentro